viernes, 20 de noviembre de 2015

¿Existen robots inteligentes?

“Robots, robots.¿Quién no tiene en su imaginación un recuerdo de la infancia ligada a los robots?
Los poderosos Transformers, que cambian de forma según necesiten, o el simpático Arturito, de Star Wars, que se parecía más a un lavarropas que al portador de un cerebro equipado con inteligencia artificial, todos nosotros, dependiendo de nuestra edad, tenemos un ícono para representar a los robots en nuestras vidas. Sea quien sea el personaje, no podemos ignorar la imagen del robot, que ha evolucionado en nuestra cultura al ritmo del cine, las series y la televisión. Fueron juguete inofensivo, fueron promesa de progreso y también fueron amenza de la humanidad.



¿Quién no escuchó hablar de la Era de Ultrón? El próximo blockbuster de Disney, donde una de las inteligencias creadas por el científico Tony Stark, genio, playboy y filántropo, se vuelve contra su amo, en el estilo típico de Frankenstein y amenaza con destruirlo no solo a él, sino a toda la humanidad.
Siempre la humanidad ha temido a sus propias creaciones. La novela de Mary Shelley es la primera en atestiguar el riesgo y el miedo que las creaciones fuera de control pueden desatar si no el hombre va demasiado lejos, tan lejos como para convertirse en su propio dios. Ahora la ciencia y la técnica desafían los aspectos más complejos de la ética cada vez que se discute la posibilidad de un inteligencia artificial refinada, capaz de ser consciente de sí misma y reconocerse frente a un espejo. Pues, si ustedes pensaban que los robots no se reconocen a sí mismos en un espejo, se equivocaban. Uno de ellos al menos fue capaz de hacerlo.

Nico, un robot creado en la Universidad de Yale por los científicos Kevin Gold y Brian Scassellati., es capaz de reconocerse a sí mismo cuando se posiciona frente a un espejo. ¿Eso quiere decir que es consciente? No aún. Solo que sus circuitos le permiten saber que está allí. Y no solo eso, puede establecer que aquello que no está registrado en su sistema previamente mediante programación es otra cosa, algo que implica una capacidad mayor que la de los demás robots.

¿Asombroso? Mucho. Pero todavía hay más. Si usted está pensando que los robots han venido a destruirnos como Terminator, me alegra decirle que no es así. No lo será mientras el ser humano decida que han venido a ayudarnos.

Pepper, el robot, japonés,  es un robot emocional.  Y conoce las emociones de sus interlocutores, de modo que puede ayudarlos a salir de un estado depresivo y animarlos en un momento de tristeza. Pepper ya trabaja en dos tiendas, entreteniendo a los clientes.
A esta lista podemos agregar a RIBA II, el robot enfermero. Este robot tan simpático y japonés como Pepper, trabaja desde el año 2011 asistiendo a enfermos con discapacidad para hacer sus vidas más agradables.

Y yendo un paso más adelante, los robots humanoides, con una extraordinaria semejanza a un ser humano, cantan, bailan e interactúan con los humanos. La noticia dice que Hiroshi Ishiguro ( uno de los 100 cientificos más destacados del mundo) presentó hoy en Nicaragua dos robots a los que llama "humanoids", que desarrolló con sistemas de inteligencia cognitiva, y son capaces de caminar, bailar e interactuar con las personas. El parecido entre el robot y su creador es apabullante, a este tipo de robot Ishiguro lo llama geminoid.


¿Miedo o alegría? El principal objetivo de los robots es prestar servicios de apoyo en los campos de la educación y el cuidado de personas. Japón es un país donde hacen faltan mayor cantidad de cuidadores de ancianos debido a que la tasa de edad avanzada de sus habitantes es muy alta. Entonces...¿Qué tiene que ver que uno de los robots de Ishiguro se parezca a Iker Casillas, el arquero del mundial?  Nada pero es divertido y asombroso.
Si los robots avanzan en la sociedad a medida de las necesidades no cubiertas de nosotros, los humanos, estas máquinas cumplirán misiones delicadas que un humano podría rechazas, como ya lo hacen algunos, puesto que hay robots sacaminas ( trabajan quitando minas de guerra) o tratando material radioactivo.

Quédese tranquilo, tranquila! Su lavarropas no habla ni su secarropas baila ballet pero no me diga que no le gustaría tener uno de esos robots a mano un día, especialmente cuando no tiene ganas de levantarse de la cama para hacer el café.


Fuentes

Geminoid


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